Los análisis agrícolas son una herramienta fundamental para el correcto manejo de los cultivos. La producción vegetal está influida por numerosos factores sobre los que el agricultor puede actuar o dirigir sus prácticas para obtener el mejor rendimiento posible.
Para ello es necesario conocer el comportamiento y el perfil de nutrientes del suelo, su asimilación por la planta, y la calidad y aptitud del agua de riego.
Un conocimiento preciso del sistema suelo-planta-agua permite diseñar planes de abonado eficaces que se ajusten a las necesidades del cultivo y racionalizará los fertilizantes a aplicar sobre el suelo. Esto aporta numerosas ventajas al agricultor:
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Evita la contaminación que provoca el exceso de abonos.
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Evita deficiencias y desequilibrios entre los nutrientes.
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Aumenta la productividad de las cosechas.
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